La contravigilancia es el único sistema de seguridad personal que se puede utilizar en España sin necesidad de autorización por el Ministerio del Interior.
La contravigilancia se utiliza para casos de acoso, órdenes de alejamiento, para prevenir y evitar seguimientos, para preservar la intimidad de personas relevantes y de famosos y para obtener pruebas en los casos en que sea necesario.
El objeto de la contravigilancia es proteger al cliente en el caso en que éste lo solicite por encontrarse en una situación de peligro o riesgo. Permite, además, detectar si él, o miembros de su familia, se encuentran sometidos a una situación de vigilancia. El objetivo, en definitiva, es garantizar la seguridad de la parte contratante. La contravigilancia se realiza, en todo caso, tal y como marca la Ley de Seguridad Privada 5/2014.
Los ámbitos en los que puede aplicarse esta medida de protección de la seguridad personal son: la familia, la empresa, los viajes, las actividades o situaciones sociales y/o cualquier acto público. Un ejemplo de situación relacionada con la actividad profesional sería detectar una vigilancia interpuesta por parte de la competencia. En el caso de vida personal, lo más frecuente es poner la contravigilancia en marcha cuando se producen situaciones de acoso, tanto individual como colectivo (a miembros de la misma familia). Se busca conseguir que personas que ven afectadas sus vidas por situaciones de acoso, miedo a una agresión, temor por la seguridad de sus hijos etc. consigan llevar una vida tranquila, centrada y libre de posibles amenazas.
La recomendación, basada en la experiencia, de Cuzco Detectives, es actuar disponiendo de un operativo que cuenta con la posibilidad de utilizar cualquiera de las herramientas de que disponemos para adaptarnos a cualquier situación (ciudad, evento público, evento festivo, zonas costeras, zonas de montaña etc.). La idea es establecer protocolos de protección y autoprotección que se adapten específicamente al objetivo buscado.
Aportamos toda nuestra experiencia, metodología y estructura operativa, ajustándolas, en cada caso, al diseño de seguridad que se requiere. Se trata, en todas las ocasiones, de procedimientos (a pie, en coche o en moto) absolutamente probados y seguros.