Lo más habitual es hacer un análisis de inteligencia del país antes de abordar cualquier otro estudio. La razón es que con un conocimiento del país, su legislación, sus centros de poder y sus lobbies de negocio, se puede preparar de mejor manera y con una estrategia adecuada el resto de acciones comerciales, legales y operativas.
El conocimiento del país, en mayor o menor profundidad, permite comunicarse con los abogados, traductores y centros de negocios, establecer estrategias de distribución y representación o, llegado el caso, contactar con los servicios de seguridad del país para establecer las operaciones que correspondan en uno u otro ámbito de la investigación.
El conocimiento social, cultural, geográfico y político del país es fundamental en cualquier investigación, sea de la índole que sea.